En el barrio que comienza en 7 y 89 y se prolonga varias cuadras hacia el lado del arroyo Monasterio, los pobladores se quejan por la falta de mantenimiento de las luminarias, la limpieza y muestran recelo sobre la situación que presenta un enorme cañaveral de donde suelen salir distintos animales. Preocupa la seguridad del lugar.
“A ver si ustedes pueden mostrarlo para que hagan algo” dijo Carlos y comentó que “del cañaberal que pasa por detrás del barrio salen ratas, alimañas, y también los chorros, esto es increíble”.
“Hace meses que venimos pidiéndo a la Delegación que vengan a cortar las cañas, sacar la mugre en 3 y 89, pasan los días, pasan los meses, y las promesas no se cumplen” sentenció Ana María que escribió al 221 6000379. .
Respecto a la iluminación del lugar afirman que es deficiente y, a medida que se fueron cayendo los poste de luz, no fueron repuestos dejando amplios sectores a oscuras. David opinó que “hay sectores del barrio que te da miedo pasar. Cuando llega la noche, salvo gente que va y viene en auto, el resto trata de no salir por miedo a los robos”.
En conclusión, lo principal, más allá del mantenimiento limpio de los canastos en donde comunmente suele acumularse mucha basura, los pobladores del lugar sienten que el desmadre que se ha convertido el cañaveral en el sector lateral de las edificaciones limita la tranquilidad de la gente que allí vive, además de la preocupacion que surgen de los roedores y otros animales que anda por el lugar.