No volvieron más y los vecinos le recuerdan a la anterior gestión cuando fueron a 12 entre 607 y 608 para remodelar una calle olvidada que era reparada por los vecinos. Los días de lluvia se convertía en una pileta intransitable, pero en 2023, cuando un equipo de Obras Públicas se acercó milagrosamente con maquinarias y material, la gente festejó su llegada.
Esos días, a mediados del año pasado, fue todo júbilo de los frentistas vecinos del Aeropuerto porque con la llegada de la columna de trabajadores, el mal trago de vivir en una calle poceada, inundable y desprovista de todo resguardo, ya se habían acabado.
La cosa no empezó todo bien en el momento de quitar dos árboles del lugar porque obstruían zanjas. En ese interín se dañaron dos caños provocando pérdidas en la entrada de dos viviendas.
Contaron fuentes del barrio que el paso de la niveladora dejó la cuadra de 12 entre 607 y 608 con un declive y una capa pareja que avizoraba que por allí el asfaltado iba a ser el mejor de la ciudad. Pero no fue así. Luego de las recorridas, del paso del concejal foto - foto, pre candidatos y luego candidatos, un buen día, las maquinarias empezaron a irse.
No solamente las maquinarias, sino que el material que había traído para la reparación de la calle se fue como vino. Si palabras, sin explicaciones y con un hasta luego, la cuadra volvió a la normalidad, eso sí: sin el escombro que habían pagado los vecinos.