Sin lugar para explicaciones, desde el ECAS de no le dan lugar a María Graciela para saber si la zorra atrapada hace una semana en la zona de la Delegación de Altos de San Lorenzo es de su pertenencia. Trascendió que en la semana que se le escapó el ejemplar silvestre, hubo dos avistamientos más en la región.
La nota publicada por NVE mostrando la preocupación de la vecina de Altos de San Lorenzo que buscaba a una zorra que había rescatado en la zona de Bavio de una muerta segura cuando una podadora ya había matado a su madre generó cientos de comentarios de varias personas que desconocían de su situación.
En principio, María Graciela aclaró que la zorra, una cachorra criada en el fondo de su casa luego de que la llevara en adopción cuando una podadora había matado a su madre y que no logró que ningún organismo local ni provincial tomara en guarda, a pesar de cientos de averiguaciones, fue motivo de comentarios de los vecinos que se solidarizaron y otros que atacaron su postura de darle cría.
Hace aproximadamente, la frentista de la zona de 80 entre 20 y 21, atendió a los medios de prensa, anunciando que ella podía ser la cuidadora de una zorra que fue vista en la zona del barrio Monasterio, pero que no se le pudo dar casa. En ese momento, advirtió que el animal era manso y que no le hagan daño.
Días después, en la zona de Los Hornos y otro en Altos de San Lorenzo, fueron atrapados dos ejemplares similares, que dan cuenta que fueron llevados al ECAS, Estación De Cría De Animales Silvestres, en la reserva del Parque Pereyra.
Preocupada por la situación del animal que estuvo a su cuidado, un tanto a la fuerza porque no encontró lugar de guarda, criado entre perros y atención veterinaria, María Graciela quiere saber si “Barullo” se encuentra en el ECAS. Ella no pretende su devolución, simplemente saber si esa zorra que alimentó se encuentra al cuidado de gente especializada o si aún está corriendo por las calles de la ciudad.
Entre amenazas de ser multada por la situación de cría de un animal silvestre como “mascota”, algo que ella niega, mostrando nombres y direcciones que acudió para su guarda, la vecina sigue buscando las medios para poder dormir algo más tranquila. “El cariño uno lo adquiere, sin dudas, por eso quiero saber que está bien. No la estoy reclamando para mí, quiero que quede claro que es lo que siempre busqué para barullo, que sea criada en un lugar con gente idónea o que fuera devuelta a su medio. Pero hoy por hoy, hay apariciones de zorros en varios lugares y me llaman a toda hora, quiero saber que nada más que está a resguardo” comentó a NVE.
Más allá de las gestiones entabladas para lograr que la vecina pueda cerciorarse de que ese animal, que van a “deshumanizada” para volverlo a la naturaleza silvestre, era el que ella le dio cobijo, la postura infranqueable del organismo hace imposible que se pueda acercar a reconocerlo y poder descansar tranquila.