Vecinos de centro denuncian que en un edificio abandonado se ha montado “un aguantadero” y que temen de la gente que circula por la zona. Cuando llega la noche los vecinos se encierran en sus casas y afirman que se escuchan gritos y charlas hasta largas horas. Apuntan que están cansados de denunciar.
Elena es una vecina de la zona de 11 entre 43 y 44 que teme al entrar y salir del edificio en donde vive con su pareja, ambos adultos mayores, “por la gente que anda rondado la vereda”.
“Nunca pensamos que íbamos a vivir una cosa así” sentenció y agregó que “son pocos los vecinos que se animan a denunciar porque temen por las represalias, pero acá tenemos un edificio abandonado que se ha convertido en aguantadero y la vereda parece ser el lugar elegido para pasar sus horas”.
“Nosotros decidimos vender el auto porque mi marido es una persona mayor y teníamos miedo al entrar y salir de casa, tuvimos que modificar nuestro pasar debido a la inseguridad por lo que tanta gente extraña representa” hizo notar.
Según la vecina, por el lugar a diario pasa mucha gente por tratarse de un lugar céntrico y que la fisonomía del barrio cambia al llegar la noche que comienza el movimiento en el edificio tomado donde se escuchan “charlas, gritos, gente bebida y hasta el llanto de criaturas que viven ahí” dijo la vecina.
“Nosotros nos cansamos de llamar a la policía, pero no ganamos nada con eso, porque pasan pero no pueden entrar al edificio, no sé que esperan para sacarlos y devolvernos la paz que teníamos” finalizó.