Con la llegada de los meses sin “R” como decían los abuelos, las podas se han masificado a lo largo y ancho de la localidad dejando cordones, veredas y hasta calles inundadas de ramas de podas que se realizan de manera privada, pero que los deshechos quedan para el camión municipal.
Las ordenanzas reglamentan que el vecino que quiere realizar una poda debe pedir la autorización a la comuna y luego disponer, ya sea un volquete, para sacar la sobra del lugar. Esto no está ocurriendo y, como en año anteriores, sobrepasa la capacidad operativa de la Delegación.
Por tamaño, peso y capacidad operativa, el ramerío lleva semanas en las calles y hasta se podría extender por más tiempo, según aportaron fuentes confiables. Los camiones de no habituales no vienen dando a basto para cubrir recorridos ni levantar ramas. Es más, en algunos lugares la parva supera la media de recolección de una cuadrícula.
Sumando a todo esto está el vecino que no puede pagar una poda de manera privada y apela que la Secretaría de Espacios Públicos contemple por tamaño, altura, densidad, aquellos árboles que puede resultar siendo un problema desde hace años.
Así lo graficó Susana que apuntó que “en 3 entre 76 hasta 79 hace años que no se poda” y agregó que “necesitamos que se atiendan los árboles de estas cuadras porque la mayoría el que puede lo hace, pero hay mucha gente grande que no lo pueden realizar porque no tienen para pagar”.
Para finalizar, las fuentes consultadas advierten a los vecinos que están haciendo podar los árboles en frentes y fondos de viviendas que el retiro de ramas viene con mucho demora por lo que están avisados que, en caso de dejarlas en la puerta de sus hogares, hasta tanto se puede resolver la demora será prolongada.