Nuevamente la queja por la falta de cajeros y que permanezcan en funcionamiento convierte a los usuarios de un sistema perverso que excluyó a la localidad de poder contar con más máquinas bancarias.
“Para qué está el cajero de la Estación de Servicios de 7 y 85, si cada vez que voy no funciona” se preguntó Manuela, vecina del barrio lindero al surtidor y agregó que “no hay plata, creíamos que iba hacer una solución para el barrio, pero creo que lo pusieron para figurar y decir que hacían algo por los vecinos”.
En la región solamente funcionan un puñado de cajeros. Los dos más usados por los vecinos son el nombrado y el otro ubicado, ambos pertenecientes a la red Link del Banco Provincia, en 76 entre 10 y 11, en la Unidad Penitenciaria 9 de la localidad.
Claro está que con el avance de la tecnología y la posibilidad de pagar de manera virtual o través de otros sistema, el uso de los cajeros ha ido amenguando, pero resulta inevitable que aquel que quiera extraer dinero en efectivo, tramitar consultas o realizar pagos automáticos, en Villa Elvira es casi imposible.
El vandalismo y la falta de movimientos bancarios que no se traten de una extracción fueron motivos suficientes para que, desde la entidad bancaria provincial, ni hablar de privados que no se asoman a las localidades, hayan esquivado por más de 20 años la colocación de nuevos cajeros.
Los más cercanos a Villa Elvira que se encuentran en funcionamiento son los que están ubicados en el Hospital San Martín, 7 entre 70 y 71, 1 y 67, Hospital de Niños o San Juan de Dios, 7 y 66, todos estos muy elegidos por los vecinos para poder obtener efectivo.
Claro está, como con las empresas de servicios públicos o prestarías privadas, no existen en la región, para el vecino de a pie es casi imposible trasladarse para lograr retirar efectivo y deben apelar a familiares o amigos para que le retiren dinero, dada cuenta que en caso de haber plata en los cajeros las colas demoran hasta una hora.
Sería de suma importancia que, al menos para los pocos que funcionan, el Banco esté atento a recargarlos con mayor frecuencia y que velen por su integridad porque seguidamente son blanco de vandalismo.