El arreglo de una cañería por parte de la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA) en la jornada del lunes en 117 entre 93 y 94 provocó que se resienta el servicio en la región y muchos vecinos salieron a mostrar su enojo, no por la situación de horas, sino que alegan llevar meses de penurias en torno al agua.
ABSA informó el martes que se encontraba trabajando en una cañería sobre 117 entre 93 y 94, por lo que sostuvo que el tiempo que iban a demandar las maniobras el suministro se vería afectado con cortes parciales o baja presión.
Si bien hay que tener en cuenta que las zonas de disputa vecinal, el servicio fue ramificado por cientos y cientos de enganches generados por vecinos que no tienen ninguna relación con la empresa y con los cuales ABSA no los tiene incorporados como clientes.
Entre los demandantes existe un amplio gran marco de pobladores que pagan facturas de agua y están a derecho en el servicio que sufren también por la calidad del servicio y padecen del flujo de agua que se va por las zanjas productos de los enganches clandestinos.
En ese orden, los pobladores de 126 y 606 se quejaron de la baja presión y los cortes en el servicio que se producen con más frecuencias los fines de semana. Señalaron que los problemas no son resientes y llevan más de un año.
En cercanías del Club Villa Montoro, más precisamente en 98 y 120, la situación es similar a la anterior donde el agua escasea. Otra queja llega desde 604 y 122 donde la situación es similar al resto.
Diferente es el reclamo de un amplio sector de Barrio Aeropuerto donde la población sufre de la salida de servicio de los equipos de bombeo que son vandalizados con más frecuencia o por la misma inacción de los empleados de la empresa que se demoran en reiniciarlos cuando estos fallan por baja tensión.