Ojo con el pozo, cuidado con el pozo, guarda que rompes la rueda, piña para el tren delantero, no boludees que te quedas a pata. Ya no saben los vecinos cómo advertirles a los automovilistas que pasan por 11 y 610 del enorme y profundo pozo que se ha formado.
El agua, los pozos, y quién tiene la responsabilidad es más viejo que la discusión del huevo y la gallina. Deberían articular el Ejecutivo local con la conducción de ABSA para avanzar en nuevos arreglos. Vienen de acordar suministrarle un mejor servicio a los vecinos con nuevas obras y deberían coincidir en formar cuadrillas conjuntas.
En este caso, el pozo de 11 y 610 que lleva meses sin soluciones. Lleno de agua. Ahí el parche del bacheo no actúa sino está seco, pero se puede llenar con el correr del líquido que va por la acera y no necesariamente debe ser productor de una pérdida. Para tal caso es indistinto porque no hay solución al respecto.
Los vecinos aportan que automovilistas han rotos sus vehículos pasando por allí y hasta han ocurrido accidente con aquellos que, en su afán de esquivar el pozo, pegan el volantazo y se cruzan de camino.