Los primeros días de marzo encontraron a los vecinos del barrio Aeropuerto reclamando ante ABSA por una enorme pérdida de agua que afectó la circulación del colectivo de la línea Este y de los autos y motos a metros del cruce de 7 y 610, informó el Diario Hoy.
En la mencionada esquina, además, no funcionan los semáforos desde hace cuatro años y cruzar por el lugar es una invitación a jugar a la selva o la ley del más fuerte, ya que los autos que vienen por la avenida 7 a alta velocidad tienen que frenar de golpe para cederles el paso a los que circulan por 610 o viceversa.
En este contexto, el tramo de la calle 610, frente al Aeropuerto de La Plata entre 13 y 7, se ha convertido en una verdadera amenaza para aquellos vecinos que transitan por la zona o los mismos oficiales y empleados que trabajan en el predio donde aterrizan los aviones que tiene dos entradas: por 7 y 610 y por 13 y 610.
El caño reventó el último fin de semana y el agua desparramada cubrió toda la superficie de la calle entre 8 y 9, alcanzando algunos metros más allá de 8 y llegando cerca de la parada del colectivo en 7.
Marita, una histórica vecina de la zona, reveló que ya fueron más de ocho los reclamos a ABSA para que se pueda subsanar o reemplazar el caño, pero hasta el momento no hubo respuestas en el lugar.
“Dejó de perder presión, pero el agua llegó a cubrir toda la cuadra”, expresó la vecina, en la misma zona en la que transitar por 610 resultó en una invitación a hacer equilibrio para los ciclistas o motociclistas que buscan cruzar desde la Oeste hasta la zona Este del mencionado barrio Aeropuerto.
La 610, además, conecta desde la zona de 21 hasta 4 con la parte más urbanizada del barrio, en donde está el destacamento, el club que lleva el nombre de esta zona de la ciudad y las escuelas secundarias 82 y la primaria Crucero General Belgrano, además de una salita de primeros auxilios.
Si bien ayer el nivel del agua había bajado, la realidad es que los cordones de las casas de los vecinos que viven sobre la mencionada 610 terminan siendo un verdadero peligro, ya se entremezcla el barro de las veredas con el asfalto por donde pasan los autos.
Esta situación tuvo correlato en lo que también había ocurrido en Altos de San Lorenzo, donde durante la tarde del viernes se había roto un enorme caño de agua que hasta ayer mismo no había sido reparado, en 90 entre 134 y 135.