Uno de los sectores más castigados por la falta de iluminación en la región es sin duda el largo trecho que abarca la Ruta 11. Al desolado cuidado por parte de la gestión local respecto al mantenimiento de la limpieza, se entrecruza la inoperancia de vialidad provincial que no ilumina el trazado provincial ni repara los semáforos con asiduidad.
En la vieja disputa del mantenimiento de Ruta 11 entre la provincia y la ciudad, siempre el vecino termina quedando expuesto. Si bien habría que remarcar que del lado de Berisso no hay tanta oscuridad ni basurales como en Villa Elvira, parece una historia de nunca acabar.
Transitar por Ruta 11 realmente mete miedo cuando cae la noche porque gran parte de su trayecto está a oscuras, los semáforos prácticamente andan de vez en cuando y la delincuencia anda al acecho sin mucha seguridad a la vista.
Recientemente, vecinos de R11 y 604 se quejaron por la luminaria y la exposición que sufren los trabajadores ante la delincuencia cuando van a tomar el colectivo.
El mantenimiento por parte de la Provincia como del Municipio respecto a Ruta 11 deja mucho que desear y por lo pronto no asoman soluciones al respecto.