Se terminaron aquellos tiempos donde el mayor le explicaba, en idioma barrial, cómo se debía respetar al vecino. Los jóvenes ganan las calles y se olvidan del barrio que les da cobijo.
En un sector del Barrio Monasterio los vecinos se quejan de los inconvenientes que sufren por las noches por la música en alto volumen y el sonido de las motos que “no dejan de ir y de venir”.
Aseguraron fuentes consultadas, que “hace días está sacudido por los ruidos de las motos con sus explosión. Es sobre todo en la Diagonal 11 C desde 80 hacia 82”.
Al respecto, los frentista sostuvieron que “comienzan cerca de las 23 y continúan bastante tiempo” y definieron la situación como “una locura”.
“Se ve que ayer llamaron a la policía, pero llegaron dos horas después, cerca de la 1 de la mañana y ya habían terminado” dijo una vecina y aportó que “es terrible para todos los que vivimos cerca porque se instalan en una esquina, antes de arrancar, y comienza el festival de explosiones”.
Para finalizar, la mujer contó que “también suelen hacerlo cuando vuelven a eso de las 6 de la mañana”.