Se apagó la última luz que alumbraba la cuadra. Los llamados al servicio municipal no son contestados y afirman que son blancos de entraderas de delincuentes.
Ocurre en diagonal 690 entre 116 bis y 117 de barrio Jardín, donde los vecinos aseguran vivir en una “boca de lobos” y exponen haber realizado infinidad de reclamos para que solucionen el abandono, no solamente de las luces, sino del cuidado del espacio público en general.
“El reclamo arrancó a principio de mes pidiendo no solamente por una de las luminarias, sino de todas la de la cuadra, de las cuales la otras ya no funcionaban haca bastante tiempo “contó Natalia y agregó que “el barrio es blanco de varias entraderas, porque los delincuentes se aprovechan en atacar en la oscuridad”.
Los vecinos afirman que el Municipio no atiende los reclamos efectuado por meses al 147.