Lejos de solucionarse los villaelvirenses se desayunaron hoy sin una gota de agua saliendo de sus canillas, acorde y sistemáticamente con lo que vienen padeciendo en los últimos tiempos. Varios llamados de frentistas que quisieron manifestar su bronca.

La empresa ABSA continúa sin dar respuestas luego del cimbronazo climático donde la térmica rozó los 40º y sobrevivir al calor se ha vuelta una misión casi imposible.

Desde varios puntos de Villa Elvira son los reclamos que los frentistas hacen llegar a Noticias de Villa Elvira y se especula que producto de las versiones recogidas y comentarios de vecinos, fueron varios los adultos mayores que terminaron internados por esta ola de calor.

Esta semana, varias escuelas de la región, por presión de alumnos, padres y docentes, decidieron no pasarles faltas a los alumnos que reclamaban por ventiladores, se vio en una foto del presidente del Concejo Deliberante, Nicolás Morzone, repartiendo agua, muy similar a la instantánea que circuló hace años con el intendente, Pablo Bruera, repartiendo bidones de agua durante la inundación.

El impacto en el bolsillo de los vecinos fue tremendo porque debieron invertir en la compra agua embazada. La empresa más importante de la región aumentó en más de treinta pesos por bidón de agua en la última semana. Muchos comerciantes aprovecharon la demanda para hacer retoques.

Andrea de la zona de 7 y 80, apuntó que “tengo un bebe de 20 meses y hace 4 que no tengo agua” y agregó que “antes a las 2 de la mañana podíamos llenar el tanque, ayer (por el lunes) tuve que lavar los platos, calentar una pava y bañarlo afuera. Es imposible vivir así, yo se que hay mucha gente así, pero necesitamos que al menos nos traigan agua, llamas a ABSA y no te atienden”.

Por la misma situación se conectó Angelita a través del 221 6000379 de Noticias de Villa Elvira, desde el barrio Monasterio para quejarse por la falta de agua y pedirles a las autoridades que asuman la responsabilidad de responder por los vecinos. La frentista comentó que obra en su poder varios reclamos a ABSA, ADA, y la Defensoría del Pueblo, sin tener respuestas a su demanda.

Por último, Gladys, comerciante del rubro peluquería de 8 y 78 bis, hizo notar que “tuve que cerrar el negocio porque no tengo agua para lavarle la cabeza a las clientes, no se puede trabajar y esto me perjudica para llevar el sustento a mi casa. La falta de agua es terrible, no sale una gota de la canilla y no se puede soportar esta situación”.