Borroneada la foto, como las promesas que se desdibujaron en los papeles de campaña que, hasta hace pocos meses, aún quedaban arriba de los aparadores de las casas.
La esquina de 1 y 74 lleva meses sin que funcionen los semáforos. Lo mismo ocurre hace varios días en 7 y 637 y ni contar en el de 7 y 610 que ya quedó en intermitencia eterna.
Volviendo al cruce de la foto, la intersección en un día de lluvias es una ruleta rusa. Del lado de donde funcionó por años un kiosco, locutorio, etc, el agua se acumula. No se debe a que está tapada, sino que, cuando se hizo la avenida 1, se “olvidaron” de hacer la cámara de registro y la conexión al caño maestro que cruza por debajo de la 74.
Es decir, en la vereda de enfrente, donde no hay caída, sí tiene conexión, pero esta misma, donde para el colectivo, no tiene salida al desagüe. Cosas que pasan y más en Villa Elvira.
Los arbustos, también son protagonistas que no permiten tener una visión clara de quién o quiénes circulan al momento del cruce, quedando el peatón en medio de la cinta asfáltica entre dos ramblas muy pequeñas.
La pendiente, juega un papel preponderante, ya sea desde 76 o 72, el que circula por la avenida lo hará, en su mayoría, con altas velocidades. Pero todos estos condimentos parecen no importarles a los funcionarios que deberían solucionar este problema y que, en caso de accidente, se lavarán sus manos y sus pensamientos de toda culpa.