Resulta cada vez más frecuente ver los desbordes cloacales en la región, tema que preocupa a los vecinos de la zona que sienten los olores y temen del contagios de enfermedades relacionados con los vuelcos de desperdicios.
Hace pocos días, luego de varios reclamos y semanas inconclusas, en 117 y 75, la empresa ABSA arregló una pérdida importante que fluía por el cordón hasta ubicarse en la entrada al Barrio Pami, provocando anegamiento debido a que el sumidero no trabaja en toda su capacidad.
En ese orden, fue El Día, que mostró el “agua y desechos cloacales emergen en la esquina de 13 y 76 desde hace 15 días, según advirtió un vecino.
A la espera de la intervención de ABSA, el frentista expresó: “Hay personas que no pueden usar el baño y el olor es insoportable”.