Fueron incesantes los reclamos que por años llevaron adelante un grupo de vecinos de 117 entre 88 y 89, para que finalmente el Municipio atienda la postergada placita del barrio. Fueron reparados los viejos juegos, se colocaron nuevos y se instalaron luminarias.
El abandono de años había ganado el predio de Barrio Jardín donde los antiguos juegos de madera solamente eran atendidos por los vecinos. Luego de infinidad de demandas a través del Concejo Deliberante, notas a la Delegación Comunal, pedidos al 147, y una incesante catarata de justificaciones por la obra inconclusa, la plaza fue iluminada y se colocaron juegos.
Si bien en la presentación abundaron los funcionarios de la comuna como el administrador municipal, Carlos Vaccaro, los concejales de Juntos por el Cambio, Federico Mollá y Lucía Barbier, el director Arbolado y Espacios Verdes, Mariano Molteni y otros representantes de la gestión de Julio Garro, los grandes ausentes fueron los verdaderos hacedores de los reclamos para lograr el arreglo del predio que fueron los vecinos preocupados por su barrio.
Al fin y al cabo, a pesar que transcurrieron días, meses y años, la plaza de Barrio Jardín, gracias al empeños de los frentistas, fue atendida por la comuna. A veces, el vecino se desgasta ante tanto desamparo ante sus reclamos, pero no debe claudicar porque tarde o temprano, más en el comienzo de un año electoral, las cosas suceden.