Hace apenas un puñado de semanas, la gestión mostraba el refuerzo de 400 nuevos empleados para el mantenimiento del espacio público en la ciudad y se habló un primer “operativo otoño” exitoso respecto a la limpieza.
El anuncio expresaba que “próximamente se ampliará a todas las localidades” y fue el propio jefe comunal, Julio Alak, quién advirtió que “se hace evidente para cualquiera que camina por nuestras calles que, desde hace varios años, hay un déficit en materia de limpieza y, de hecho, es una demanda recurrente de parte de los vecinos”.
“Esta situación se contrapone con la historia de la ciudad, una historia en la que el mantenimiento de la vía pública fue una de las premisas más consideradas por quienes la diseñaron y fundaron” dijo Alak.
Entre dicho al hecho hay un largo trecho, comentaban las abuelas y tenía mucha razón. Dada cuenta que desde que la nueva gestión inició, desde la administración comunal de Villa Elvira no han podido abarcar, al menos, las cuadras que antes eran cubiertas por el barrido en el casco fundacional.
La situación se ha agravado, contaron esta semana comerciantes de avenida 1, con el paso distante de la recolección de no habituales que en la anterior gestión se hacía a diario y ahora de dos a tres veces por semana.
Claro está, la disfunción permite que la basura que vecinos inescrupulosos arrojan sobre la avenida se amontone y también se disperse por el lugar, con el agravante que en este sector de Villa Elvira el barrido brilla por su ausencia.
Los cordones de las ramblas son fiel reflejo del abandono en este actividad dejando desprotegido una de los espacios de mayor visibilidad en el ingreso a la localidad. Cabe consignar que, antes de realizar esta publicación, NVE intentó hacer notar por otros medios a las autoridades pertinentes sobre esta situación, buscando aportar una solución y la misma fue desoída por funcionarios de la comuna.