En 618 e 5y 5 bis de Barrio Frisón, una familia mantiene sostenido un poste de la luz atado al portón de su casa para prevenir que ocurra una tragedia.
Una familia vive con el corazón en la boca cada vez que hay viento porque un poste a punto de caerse, se mantiene agarrado de los cables y de una soga que lo aferra al portón del hogar, mantiene un vaivén constante.
“Hace varios meses vengo reclamando, hace un mes atrás vinieron a poner esa cinta de peligro, ayer lo tuve que atar por el viento” manifestó al 221 6000379, María Silva.
Sobre los reclamos, la mujer consideró que “no dan bolilla” y aventuró que “seguro que se va a caer sin que lleguen a arreglarlo”.
Para mantenerlo desde la base, la familia de esta mujer ya ha probado varias soluciones “le pusimos palos, lo atamos al portón, pero cuando hay viento, nada lo aguanta” y cerró que “Con el peso de los cables, más el viento, es imposible mantenerlo firme, está suelto el poste”.