Incomoda a los vecinos de avenida 1 la situación de la rambla de entrada a Villa Elvira

   No solamente causa extrañeza en los vecinos la falta de corte de pasto en las ramblas sobre la avenida 1 de 72 a 80, sino que los intervalos en el mantenimiento de este sector que representa a Villa Elvira como una de las entradas principales. Pasto largo, mugre en las esquinas y cordones completos de basura se conjugan en una foto que lleva casi 10 días.

   Como si el Municipio a pesar de llevar un año en la gestión aún no tuviera la atención al menos de las ramblas principales de acceso a Villa Elvira en su agenda es la imagen que ofreció en la última semana la rambla de avenida 1.

   De arrastre viene la falta de mobiliario en las esquinas en donde la gente espera a la intemperie los colectivos de la Este y 275, como la ausencia de luminarias, cartelería de las calles y el mantenimiento de la carpeta asfáltica que, en su paso de 78 a 80, se encuentra prácticamente dinamitada. 

   En sus cruces de 78 y de 79, suele haber mal olor y eso se debe a los desbordes cloacales que son muy comunes en la zona y que, por lo general, fluyen por la cuneta hasta caer en los sumideros.

   Las esquinas de 73, 74, 75, 76 y 79, parecen cestos de para arrojar basura que, comúnmente, mucha de ella tiene relación con los comercios que están ubicados más cercanos. Es una materia pendiente de la Delegación Comunal de intentar buscar un entendimiento entre los frentistas, comerciantes, el paso del camión y la oportuna sanción para el que incumpla tirando basura.

    Otro de los temas aún no resueltos en avenida 1 es la boca tormenta de 1 y 74 del lado en donde estaba ubicado por años el kiosco y hoy es una compraventa. En la parada del colectivo suele acumularse agua porque el sumidero de ese lugar no tiene el conducto al caño aliviador que corre por debajo de la 74, es una fachada.

   Para finalizar, es importante mencionar, en muchas de las columnas aún descansan los viejos globos que alumbraban la vereda y que son productos de un irrealismo tendiente a ilusionar al vecino con un avance en el crecimiento que finalmente quedó trunco.

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