El 15 de octubre de este año en 117 entre 91 y 92, un matrimonio que viajaba con sus dos hijos en moto sufrió un accidente contra un camión recolector de basura, aún es materia de investigación, en la cual un menor de tres años perdió la vida. Una semana después no se vieron controles ni operativos preventivos para bajar las probabilidades de que sigan ocurriendo este tipo de accidentes.

   Claro está en principio el vecino mostró su dolor por la pérdida irreparable de un vida, luego se quejó por el andar de camiones en zonas muy transitadas y finalmente cayó en la demanda de controles por parte de la Comuna en torno a la circulación en Villa Elvira.

   La localidad sigue manteniendo el rasgo de patio trasero de la ciudad, a pesar de ser un gobierno peronista que se supone tiene un mayor compromiso con los barrios más populares, han decidido avanzar sobre las plazas, decisión que le gustó a los obsecuentes, hizo callar a los cómplices y generó el repudio de un gran número de vecinos que no están de acuerdo.

   En Villa Elvira se esperó al menos de la Comuna, ante la muerte de un niño de tres años, que se haya hecho parte de la situación generando actividades relacionadas con la prevención en el tránsito. Que haya realizado un conjunto y grupal en escuelas e instituciones. Controles por parte de Control Ciudadano para abordar el problema también desde la sanción para aquel que no cumple las normas. Nada de esto sucedió a pesar del fatídico accidente.

   Simplemente no se hizo nada. Pero no solamente en Villa Montoro, sino que en ningún punto de la localidad Control Ciudadano, ni otra delegación de la ciudad de La Plata, se acercó para mostrar cierta cercanía con el vecino. El desorden y el descontrol en el tránsito sigue siendo el mismo.

   En las últimas horas, la allegados a la gestión de Julio Alak compartieron la preocupación del intendente en torno a las picadas de motos en el bosque y dejaron trascender la intención del Ejecutivo de alambrar el Bosque platense.

   Molestaban los manteros y se cerraron tres plazas. Molestan la motos, se cerrará el Bosque. Molestan los que critican y se cierra el diálogo (La gente inteligente no se ofende, saca conclusiones). El dolor ya se hizo callo porque en Villa Elvira todo pasa, esperemos que no la cierren.