Fue fundada en 1968 en el amplio predio ubicado al costado de avenida 7 a la altura de 87 funcionó la Pileta Z que fue durante años el punto de reunión de los vecinos de la localidad. Cerró hace veinte años en el 2003. En abril del 2016, un grupo de obreros que ampliaban el barrio Las Tejas sepultó al mítico natatorio con escombros.
La Pileta Z fue por 40 años la vedette del verano en Villa Elvira. Miles de jóvenes recuerdan su paso por el mítico predio que conjugaba el olor del cloro, los juguitos del buffet y las risas con amigos.
Como tal lo dice su nombre, la piscina tenía la forma de la letra y medía unos 70 metros de largo por 15 de ancho. El sector más profundo era de 4 metros y había un trampolín. Luego colocaron un tobogán de agua.
Pasaron varios concesionarios por el lugar, pero la figura que todos recuerdan es la de “Fito” Causa, el guardavidas que solía estar acompañado de sus hijas. Hoy ya serán mujeres adultas. El guardavidas debía controlar un promedio de 500 invitados por fin de semana. Tiempo después, durante muchos años, un amigo de la casa, Sergio Omar Occhipinti “oky” se cargó la seguridad de los bañistas.
Donde hoy en el lugar donde se levanta el “Barrio Las Tejas”, en los 70 funcionaba una confitería de notable éxito para los platenses. Cuentan memoriosos, que “cuando uno pasaba la revisación tenía que colocarse una chapita que iba enganchada en la malla. Sucede que a veces, la mayoría de los días, había jóvenes que se colaban a pesar y quedaban expuestos si no tenían el distintivo”
La queja del balneario también viene por ahí “el problema era la cola que tenías que hacer para devolver la chapita” comentó a Noticiasdevillaelvira.com un hombre que hoy peina canas y no deja de voltearse para mirar allí, aún en día, para tratar de ubicar el predio.
Su último administrador fue Gustavo Conociuto, que dejó un cacho de su vida cuando tuvo que cerrar sus puertas. La pileta cerró por el año 2003. Alla quedaron el trampolín y el tobogán, la cancha de vóley con piso de arena y las comidas del buffet, los juguitos, y un pedazo de la enorme historia de Villa Elvira.