Mientras en La Plata los automovilistas apuntan a la imprudencia al volante de cientos de delivery’s que a diario atraviesan la ciudad, en CABA sucede algo muy similar donde un estudio determinó que en su mayoría no cumplen con las reglamentaciones para circular.
No por nada los conductores de delivery están al tope de los siniestros viales que incluyen motos. En muchas ciudades las organizaciones que los nuclean han organizado charlas y seminarios para concientizar y educar a los conductores que comúnmente, para llegar a tiempo con los pedidos, realizan peligrosas maniobras en el tránsito local.
Como en todo rubro o profesión siempre hay excepciones al común denominador y en La Plata también están aquellos que se apegan a la ley y a cumplir con las reglas que impone la sociedad, pero un amplio sector de los motoristas a bordo de los delivery se lo ve transitar sin casco, sin patentes en sus vehículos, no llevan identificación en las cajas y en el descontrol del tránsito son protagonistas por no respetar semáforos, andar de contramano, pasar a grandes velocidades por entre medio de los autos.
Salvando requisitos de algunas empresas, la mayoría de los trabajadores del rubro en general, la mayoría trabaja de manera precaria y en negro, sin las condiciones de seguridad necesaria para circular.
En los últimos años, la participación de motos del tipo delivery en los siniestros viales ha aumentado considerablemente, según datos oficiales. Datos aportados por una encuestadora de CABA, sobre 2000 casos, sentenció que allí casi el 40% de los trabajadores no usa casco o lo lleva, pero sin uso. Solamente la mitad tenía las motos con la iluminación correspondiente, un 25 % con una de las dos luces y lo más temible, un cuarto de ese grupo viajaba con motos sin ningún tipo luces, ni delanteras ni traseras. Casi el 100% de los casos no usaba el chaleco refractario.
El informe cuenta que la mayoría de los conductores “son jóvenes sin experiencia conductiva ni formación teórica, sus ingresos dependen sobre todo de las propinas” y para recaudar más propina a partir de la mayor cantidad de entregas son “proclives a no respetar las normas de tránsito y a no tomar las precauciones para una conducción segura, por eso corren un riesgo mayor de ser atropellados” explicaron.
Se sabe que desde la asociación que nuclea a muchos delivery en la ciudad se trabaja en pos de evitar la precarización laboral y han mantenido reuniones con funcionarios de la comuna para trabajar de manera conjunta, aunque el avance de la crisis económica y social ha profundizado la necesidad laboral y todo aquel que tiene un vehículo sale a ganarse el mango como puede.
Sería de suma importancia que la Comuna albergue al sector y entienda también el reclamo de aquellos conductores que a diario sufren y deben estar más que atentos ante las peripecias que conlleva convivir con motociclistas que van de un punto a otro arriesgando su vida para entregar una pizza media tibia o un sándwich de jamón en el menor tiempo para ganarse una propina.