Seguramente mucha gente se sentirá ofendida con esta afirmación, pero si le ofrecen una casa en una avenida que está cortando el cruce entre dos ciudades, no la compre, y mucho menos si es una ruta la que separa.
A la queja constante de los vecinos de la Ruta 11 que ven la falta de mantenimiento de banquinas, cruces, semáforos y luminarias, en el extenso tramo que divide Berisso de La Plata, en este caso de Villa Elvira, también repercute para aquellos pobladores que son separados por la 122.
En este caso, en 122 y 73, las luminarias dejaron de funcionar hace un largo tiempo y no viene nadie a repararlas. Unos frentistas han formulado la queja en el Municipio de Fabian Cagliardi y otros al 147 de la administración de Julio Garro, pero al parecer nadie se hace cargo.
No solamente con lo que tiene que ver con las luminarias, que es un verdadero dolor de cabeza, sino que son incontables los temas que abordan los vecinos para remarcar las ausencias de gestión de un lado u otro de la 122.
Mientras tanto, quizás esperando que Vialidad Provincial meta mano, porque ninguno se hace cargo, los vecinos viven temerosos para transitar o abrir las puertas de los comercios cuando cae la noche, porque la zona es blanco constante de robos y en muchos casos, perpetrados por menores.