Las noches en Barrio Jardín como en zonas aledañas, se han convertido en un campo llano para los delincuentes que andan a sus anchas ante la ausencia policial. Lo único que ha cambiado en el último tiempo es que los chorros salen en cámara, pero son muy pocas veces las que son atrapados.
La impunidad con la cual se movilizan los delincuentes, la gran mayoría en motos que no tienen forma de demostrar cómo la compraron o en valiosas bicicletas “poncheadas” de otros colores a las originales, con numeración de cuadros barridas, que no son ni siquiera parados en la vía pública, es realmente increíble.
En lo que respecta a jurisdicción de comisaría 16ta Ponsati, hubo cambio de jefatura, ahora está a cargo del sub crio Gastón Tapiero, como así también del Destacamento de Aeropuerto, donde asumió el sub crio Cristian Maidana, los retenes, operativos o trabajos de prevención han desaparecido. En el caso de Comisaría 8va, a cargo de Eric Valbruni, no es la panacea, pero al menos el grupo de calle viene resolviendo situaciones en la zona de Altos de San Lorenzo, pero con la dificultad en el casco de Villa Elvira con los “salta muro”, que podrían ser los mismos que asolan Barrio Jardín.
Expuestos, en este caso en Barrio Jardín, los vecinos no hacen más que comunicarse por grupos de WhatApp, poner cámaras en sus domicilios y encomendarse a Dios cada vez que entran y salen de sus hogares.
Recientemente, circuló un video obtenido el 21 de mayo donde se observa a un hombre en bicicleta merodeando un domicilio, haciendo su tarea investigativa, prueba cómo entrar y luego se retira, para volver dos horas después e intentar escalar el muro. Claro está que, entre su ida y vuelta, recorrida y requisa de hogares, nunca fue detenido, demorado, indagado o consultado qué hacía merodeando el barrio Jardín en esa hora de la madrugada.
Si bien el robo de todo lo que se encuentra a mano está bien para estos delincuentes, muchos van más allá y fuerzan ingresos a los hogares, seguramente están armados porque se atreven a cualquier cosa, y lo hacen por las calles de Villa Elvira sin que nadie los detenga. Todo hace indicar que ante la caída de la noche, no solamente hay que guardarse en estos tiempos, sino que el vecino común debe montar guardia en sus hogares.