Nació el 18 de mayo de 1948 y su vida quedó marcada por el fútbol. Integró los planteles juveniles de Estudiantes de La Plata y tuvo el privilegio de haber sido dirigido por Osvaldo Zubeldía. Fue maratonista y es actualmente un deportista inquieto. Se lo suele ver andando en bicicleta por Villa Elvira, corriendo por la avenida 72 o participando del Tejo en el Complejo de avenida 72 entre 3 y 4.
Se trata de Juan Abelardo Fariscoy, que durante la década del sesenta vistió la camiseta de Estudiantes de La Plata y fue dirigido por Miguel Ignomiriello y el “zorro” Zubeldía. “Nosotros también nos sentimos Campeones del Mundo, pusimos nuestro granito en ese proceso, los jugadores de primera entrenaban con nosotros durante la semana” dijo Abelardo.
En la actualidad, a sus 76 años tiene tiempo de practicar deportes a diario. A Fariscoy se lo puede ver entreverado en algún picado de futbol, andando en bicicleta, jugando a la paleta o disfrutando del tejo en el Complejo “Fausto López” de 72 entre 3 y 4.
El ex jugador de las inferiores del pincha, apunta que “logré 4 títulos con la clase 48 jugando en Estudiantes” y se lamentó que “no tuve la suerte de llegar a primera, pero si de haber sido dirigido por Osvaldo Zubeldía y haber tenido compañeros inolvidables con una gran calidad futbolística como Juan Taverna y José Sagastume que eran los goleadores, Rubén Pagnanini, Ricardo Pernía, Humberto Zucarelli, el Bambi Flores que fue campeón del mundo, Mario Rodríguez, Ernesto “Cococho” Álvarez que fue figura en Colón; infinidad de grandes jugadores”.
“Yo estuve del 64 al 69 en Estudiantes y ganamos un título en quinta y tres veces campeones en tercera” comentó el ex jugador mostrando que conoció los grandes estadios del país porque en otras épocas se jugaba durante la jornada los partidos de tercera, reserva y primera.
“En aquellos tiempos no había tantos cambios como ahora en el partido, de hecho, no había cambios, se te lesionaba uno y terminabas jugando con un tipo menos” rememoró y acusó que “eso también te limitaba a llegar a primera. Yo agarré una época muy buena del club que ganó todo lo que se propuso”.
“Yo soy técnico industrial, en mi casa te dejaban jugar al fútbol, pero tenías que estudiar. Cuando fue pasando el tiempo, por consejo de mi viejo y de personas cercanas entré a trabajar en una fábrica que se dedicaba al aluminio y que con el paso del tiempo me permitió sostenerme económicamente y tener una familia” declaró.
Ya en los 70, Abelardo se fue para Ensenada para poner la camiseta roja de Defensores de Cambaceres. Empezó jugando de volante y terminó de delantero alcanzado los 57 goles que lo posicionaron en el 9no lugar de la tabla histórica de cañoneros de la institución. El máximo goleador histórico en el rojo es Julio Rodriguez y Fariscoy comparte la novena posición junto a un grande del fútbol como Manuel Pellegrina con un total de 57 goles.
Por aquellos tiempos, Cambaceres era protagonista en los campeonatos de la C y, en 1972, por la 17ª fecha del campeonato de “Primera de Aficionados” que se disputó un 22 de julio en Ensenada, Cambaceres le hizo 13 goles a Tristán Suarez, dejando un histórico 13 a 0 para el recuerdo.
En esa oportunidad el equipo formó con Lapistoy, Matallana, Juan Gómez, Valenzuela y Mignani, Emmerich, Stachiotti y Fariscoy; Mombiella, Giles y Di Placido. El equipo fue dirigido por Néstor García y Abelardo hizo uno de los goles esa tarde.
Durante su paso por su el rojo de Ensenada, Fariscoy fue protagonista de grandes partidos contra la Villa San Carlos, el clásico rival de Berisso. En el año 1971 se hizo presente en la red en un histórico 5 a 0 y en la revancha de la segunda rueda, metió dos de visitante para un resultado de final de 5 a 1.
Luego de cuatro años en el rojo y una prolifera campaña, Fariscoy siguió despuntando el vicio de la pelota se atrevió a cruzar de vereda para vestir la camiseta del celeste de Berisso en el final de su carrera.
En esta historia de Fariscoy también jugó su familia a quien les debe su tiempo junto a su esposa Marta, se conocieron cuando él tenía 18 y ella 16, tuvieron dos hijos y cuatro nietos. A ellos les ha transmitido su pasión por el deporte, mostrándoles el camino en casa caminata, trote, jugando a la paleta o corriendo maratones como lo hizo años atrás.
Hoy Abelardo es muy conocido tanto en Villa Elvira, localidad que eligió para establecerse, muy querido por sus vecinos y uno de los más mimados del Complejo de Tejo de avenida 72 en donde llega a diario para contar sus historias y proponer actividades deportivas.