Lo que parece ser un cruce sencillo en donde el que circula por la Circunvalación tiene prioridad en el paso y el que ingresa debe aguardar, el retome de 22 y 72, lado La Plata, se ha convertido en una trampa terrible.
Días atrás, NVE pudo captar esta foto del retome debido a que por los pastizales crecidos no se puede observar quién circula por la avenida por lo que hay que asomar la trompa del vehículo para poder hacerlo.
A esto se le suma la proximidad de lo que toda la vida fue un dolor de cabeza para los motociclistas, las vías que llegan desde la Estación Provincial, antes se lo conocía como el cruce Fortabat en alusión a la empresaria del cemento que alguna vez tuvo una especie de concesión de las vías.
Es allí, donde por años han terminado rodando y lastimándose no sólo los motociclistas, sino que infinidad de ciclistas que han patinado en esas vías que se cruzan en diagonal por la arteria.
El punto más álgido que varias veces fue motivo de infinitos reclamos son las altas velocidades con la que llegan los automovilistas que llegan desde 19 hasta 25 en la mano que va hasta el Cementerio.
Salvo un totem de advertencia que mide las velocidades, un piso sinuoso por los pozos y los baches, no existe en ese tramo de seis cuadras un cartel de advertencia ni controles, ni retenes, sobre las velocidades que, a la altura de 22, muchos autos llegan superando los 100 kilómetros.
Sería sumamente aconsejable que el Municipio tome la posta en sus manos, baje la altura de los pozos, compongan el bache junto a las vías y que controle el tránsito por el lugar.
Para finalizar, del otro lado de la avenida 72 el tema no difiera en lo más mínimo en velocidades, piso, advertencias nulas y falta de controles.