Un técnico electrónico, vecino de Altos de San Lorenzo, 21 entre 75 y 76, a eso de las 22 del sábado, abandonó su domicilio para dirigirse a la casa de su pareja y la circunstancia fue aprovechada por un clan delictivo, que arrasó con todo a su paso conformando un millonario botín.
Se llevaron entre otros objetos, herramientas, electrodomésticos, indumentaria, ropa de cama, repuestos de un auto, calzado y, por caso “lo más lamentable”, cinco dispositivos que le habían dejado para su reparación. A esta cadena de pérdidas, se le debe sumar las rejas y la cerradura ya que para ingresar doblaron las primeras y forzaron una puerta haciendo palanca con un elemento contundente.
La cantidad de episodios ocurridos en menos de una semana deja al descubierto que la Región se encuentra ante un fenómeno delictivo en expansión. De norte a sur y de este a oeste, cientos de vecinos se ven afectados por una modalidad criminal que, al analizarla con detenimiento, revela un siniestro equilibrio entre costos y beneficios, favoreciendo a quienes la ejecutan con premeditación.
La clave de esta tendencia creciente radica en la eficiencia del escruche, algo que no sucede en asaltos o entraderas ya que en estas últimas se requiere un mayor despliegue de fuerza, Fuente El Día.